Que nadie me venga con cosas, la relatividad general es una religión

Un viejecito bigotón

Ese viejecito simpaticón, siempre con la lengua afuera. Viejo pícaro. Viejo chascón. Viejo caperuzo. Harto inteligente que era el viejo. Que en 1915 dijo: espacio y tiempo son una misma cosa. También lo dijo por esos mismos años otro bigotón Minkowski, pero no es tan emblemático como el nuestro. 

Y fíjate que ese viejo llegó a una verdad de carácter cósmico. Dijo: esta es una propiedad de la realidad misma: todo cuanto existe está infundido de ella. Tal como las otras propiedades religiosas: Rojo Tios es espantoso, Dios está en todas partes, la rueda del samsara sigue girando. Y bueno, habrá que creerle, porque han accedido a ellas mediante esos métodos en que confiamos. Si yo conociera esos métodos podría llegar a las mismas verdades, ¿cierto? 

Más le vale que sea cierto, porque ahora yo tengo que vivir en un mundo en que la velocidad de la luz es constante y lo que varía es el espacio-tiempo mismo; y la masa, sin olvidarse de la masa, que hace quizás qué diablos con la curvatura de la estructura misma del universo. ¡Y actuar acorde, po! ¡Quizás qué consecuencias traiga cometer alguna herejía! 

Entonces que nadie me venga con ese cuento chino de que la relatividad general no es una religión. O pónle cosmovisión.