Ingreso

Fichas clínicas de las viejísimas

05/05/2022
23:15

Ingreso

Nombre: M█████ J████ T█████ S█████████
Edad: 35
Dirección: [ ████████████████ ████, ███████ ]
Teléfono: +569[████████]
Profesión: Call center
Contacto COVID: no

Motivo de consulta: Agitación psicomotora

Anamnesis: Paciente sexo femenino, 35 años, sin antecedentes mórbidos relevantes. Traída por su madre, por haberla encontrado en la vía pública afuera de su casa, al rededor de las 17:30, gritando, muy agitada. Intentan contenerla en el domicilio pero parece no entender lo que le dicen y repite lo mismo una y otra vez. Por ese motivo la traen a esta urgencia. Niega antecedentes de consumo de sustancias ni patología psiquiátrica previa.

Al examen físico: paciente hemodinámicamente estable, afebril, vigil, parcialmente orientada en tiempo y espacio, pupilas iguales algo midriáticas pero reactivas con la luz. Faringe no congestiva, MP+SRA, RR2TSS, Abd BDI, EEII sin TVP, lesión por erosión 3x3cm en la rodilla derecha. Neuro: nada especial. Mental: Algo agitada pero sin requerimientos de contención por el momento. Repite que ve «luces brillantes», y que «todos somos uno». También menciona que «los niños la están llevando a jugar».

Cuando se le pregunta dirigidamente por estos niños refiere que «el cielo se abrió, de par en par», y luego de eso apareció «un color más blanco que la luz» que invadía todo su campo visual. Al principio «quedé ciega». Luego, «unas figuras como niños se empezaron a distinguir entre la luz, y se estaban riendo».

«Eran como siluetas, pero si ponía atención podía identificar sus rasgos claramente. Tenían los rostros de niños y niñas, y estaban diciéndome algo. Me fijé mucho en sus labios, porque al mismo tiempo me dí cuenta de que un zumbido constante tenía mi sentido del oído completamente bloqueado y no podía escuchar nada.

Me decían que me fuera con ellos, que fuéramos a jugar. Que en su mundo no había sufrimiento. Así que me adentré y me uní con la luz. Adentro habían más personas, y ahora podía distinguir sus colores y su ropa. No eran solo niños. Habían ancianos y personas de todas las edades.

Me explicaron que vivían en comunión, y que habían logrado un estado de existencia superior, gracias al sacramento de la comunión con Cristo. Y entonces lo ví entre la comunidad, al flaco mismo en persona. Con su barba y su pelo chascón, y me besó la frente.

Ellos hace tiempo dejaron sus cuerpos de carne y hueso, y viven en la dimensión de la energía mágica, que es un campo cuántico paralelo. No pueden cambiar los hechos en nuestras tres dimensiones, pero cuando alguno de nosotros logra comunicarse, la invitan a que se una al rebaño.

Conversamos por horas de temas que ya me estoy olvidando, y luego poco a poco la luz se fue desvaneciendo, hasta que no pude escuchar más sus voces.»

Después de eso, sintió la necesidad imperiosa de «ir a contarles a todos la buena noticia», así que se fue corriendo hasta la casa de su madre, y con el apuro, se tropezó y se golpeó la rodilla derecha.

Actualmente sin camas en el servicio de Psiquiatría, por lo que quedará hospitalizada en el Servicio de Urgencias hasta resolución por Gestión de Camas.

Diagnóstico:

  1. Primer brote psicótico

Plan:

  1. Hospitalizar en camilla 18
  2. Interconsulta a Psiquiatría
  3. Haldol 1 ampolla S.O.S (agitación)
  4. Curación plana rodilla derecha

Que nadie me venga con cosas, la relatividad general es una religión

Un viejecito bigotón

Ese viejecito simpaticón, siempre con la lengua afuera. Viejo pícaro. Viejo chascón. Viejo caperuzo. Harto inteligente que era el viejo. Que en 1915 dijo: espacio y tiempo son una misma cosa. También lo dijo por esos mismos años otro bigotón Minkowski, pero no es tan emblemático como el nuestro. 

Y fíjate que ese viejo llegó a una verdad de carácter cósmico. Dijo: esta es una propiedad de la realidad misma: todo cuanto existe está infundido de ella. Tal como las otras propiedades religiosas: Rojo Tios es espantoso, Dios está en todas partes, la rueda del samsara sigue girando. Y bueno, habrá que creerle, porque han accedido a ellas mediante esos métodos en que confiamos. Si yo conociera esos métodos podría llegar a las mismas verdades, ¿cierto? 

Más le vale que sea cierto, porque ahora yo tengo que vivir en un mundo en que la velocidad de la luz es constante y lo que varía es el espacio-tiempo mismo; y la masa, sin olvidarse de la masa, que hace quizás qué diablos con la curvatura de la estructura misma del universo. ¡Y actuar acorde, po! ¡Quizás qué consecuencias traiga cometer alguna herejía! 

Entonces que nadie me venga con ese cuento chino de que la relatividad general no es una religión. O pónle cosmovisión.